viernes, 15 de enero de 2010

Regresamos a Khao San Road (Bangkok)

Día 79
Bangkok

Sobre las 2 de la mañana, hicimos la última parada antes de Bangkok, para ir al lavabo y refrescarnos un poco. El autobús seguía a 16ºC y todo el mundo se arropaba con las mantas.

La parada fue muy rápida, y otra vez al autobús, hasta la llegada a Bangkok, sobre las 6:00 de la mañana. Íbamos sin hotel, y los chicos llegaban el día siguiente de Chiang Mai.

Lo más importante era buscar hotel para la noche, pero antes teníamos que ir a Khao San Road. El autobús te deja en la calle de atrás, la principal, y, si no conoces la zona, hay que callejear para llegar. A estas horas, los que no han estado en Bangkok aún, se dejan llevar por los estafadores piratas conductores de Tuk-Tuk.

Los muy hijos de puta te dicen que a Khao San Road son 10 minutos (tour escénico incluido), que son 3-4 euros. Nosotros empezábamos a agrupar a gente para llevarlos andando, son unos 60 segundos por unas callejuelas pequeñitas, pero ¡voilà!... llegamos a Khao San Road.

Aún quedaban reminiscencias de los personajes destrozados de beber y fumar, algunas putillas y los famosos “lady-boy” (transexuales), lo único peligroso que hay en Tailandia. Buscamos un bar para hacer un café y ganar tiempo hasta que pudiéramos buscar un hotel.

Encontramos un hotel y restaurante Indio (justo al lado de la zona judía) en el que nos trataron muy bien y era muy barato. Se llamaba Rainbow GuestHouse, y tenían WiFi (el password es “vikas12345678”). Ahí pedimos un café y miramos un poco la web. También actualizamos el blog para que la gentucilla como FerFi nos pueda criticar :DDD

Aquí también tenían habitaciones, pero eran un puto zulo, sin ventanas, aunque muy baratas. Al levantase el sol, yo me quedé con las maletas y Elena fue a la caza de hotel.

Llegó al rato, y había encontrado uno muy agradable en la calle Rambuttri, muy cerca de Khao San (la calle de arriba) pero sin el ruido infernal de esta calle. Se llama Green House Hotel y está bastante bien, pero tiene un problema: las camas son nuevas y son más duras que una mesa de billar. Por lo demás, aire, agua caliente, espacio, ventana, etc.

Aquí también tenían WiFi gratis para sus clientes, pero estábamos tan cansados de toda la noche sin dormir que nos fuimos directos a la camita sobre las 12 del mediodía.

Os recuerdo que para buscar un buen hotel en esta zona, la mejor hora es entre las 10:00 y las 12:00 que es cuando la gente se va y cuando saben si tienen vacantes. Más que nada, para que no hagáis el gilipollas andando de puerta en puerta y que os digan: ‘No sé, ven más tarde…’.

Después de un buen rato nos despertamos y salimos a cenar. Nuestro restaurante especial estaba cerrado por vacaciones 3 días (algo del Año Nuevo Tailandés), y fuimos a otro muy cerca de nuestro hotel. Tenían mucho marisco fresco a muy buen precio, y no lo dudamos: gambones gigantes, pescado, calamares… y fideos. Se llama Au-Thong.


Cenamos muy bien y a muy buen precio, unas gambas muy grandes.


Un buen plato de mejillones y un buen cacho de pescado.


y, al terminar, nos llamó Mike, un canadiense que vive en Bangkok, de CSing, y nos dijo que había una quedada en Khao San y que había 9 españoles. Justo al lado del hotel, hacia allá que nos fuimos.

Pero antes, a Elena le tocaba una parada en la peluquería para sanearse el pelo, así que ahí la dejé y miré más hoteles para el día siguiente, porque en la cama que teníamos no había cojones a dormir: dura como una piedra.

Efectivamente, había muchos españoles, 2 ó 3 vivían en Bangkok y trabajaban para las Naciones Unidas, y otros estaban de viaje en casa de los primeros. Un tanto descontrolados… pero divertido. Al final, solamente se quedaron Mike y 3 españoles más, todos chicos, con nosotros, y los 4 querían, cito literalmente, ‘que les lamiesen las pelotas’, por lo que no teníamos mucho qué hacer ahí.

En Bangkok, todo se puede encontrar a un precio razonable :DD

Al final, hice una foto de una de las escenas que más me desagradan de Tailandia. Hay una serie de gente que lleva a un ciego pillado del brazo, mientras el pobre invidente canta con un micro a modo de karaoke, y va con el altavoz colgado. Es un tanto patético, la verdad.


Nosotros nos fuimos a la piltra, con aire acondicionado, jeje. Aunque paramos a comer un Pad Thai antes, de esos puestos ambulantes nocturnos, más baratos que los de la mañana.

Control de Gastos:
- Desayuno: 240 THB (5,40 €)
- Hotel: 540 THB (11,25 €)
- Cena: 570 THB (11,88 €)
- Peluquería: 750 THB (15,63 €)
- Móvil: 60 THB (1,25 €)
- Tentempié: 70 THB (1,46 €)
- Bebidas: 469 THB (9,77 €)

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