viernes, 23 de julio de 2010

En dirección a Tomsk a conocer a Denis y Masha

Día 241
Krasnoyarsk – Tomsk

A las 2:30 de la mañana, casi sin dormir, salimos de casa de Xenia, en taxi, hacia la estación de tren. Era uno de esos billetes que habíamos cambiado el día anterior, y, aunque salía antes, no teníamos que cambiar tren en Taiga y llegábamos a una hora aceptable. La única duda es que era la primera vez que teníamos ‘Platzkart’, con los locales… No estuvo del todo mal, aunque hay olor a humanos, y nadie (pero nadie, nadie) habla ni una gota de un idioma que no sea ruso. Suerte de Elena y de mi libro de Tolstoi.

¡Ah, que no me olvide! En ‘platzkart’, las sábanas no están incluidas, y si no se las pillas a la ‘provodnitsa’ no puedes tumbarte, solamente sentarte en la cama. Vamos, que estás obligado a pagar por ellas. En Rusia, todo el mundo hace negocio a su manera.

Llegamos a Tomsk a las 17:30, y Denis, nuestro contacto allí nos vino a buscar a la estación y nos llevó a casa. Fue divertido, porque íbamos cargados y le dije de pillar el bus, pero me dijo que eran 10 minutos. A saber, los minutos en Siberia, como está muy al norte, pasan más lentos, porque tardamos unos 25, jaja.

Después de una obligada ducha y de intentar conectar el portátil a la Wifi de Denis, salimos a cenar a un sitio muy guay que habían reservado. Lo de la Wi-Fi viene porque Tomsk es la única ciudad del mundo que para salir a Internet necesitas hacer una conexión VPN a tu proveedor, además de tener tu router, tu línea, tu IP, etc.

Mientras Maria llegaba del trabajo, nosotros tres salimos a tomar una cervecita al Jazz Bar, muy interesante, con la intención de cenar ahí. Pero Maria llamó para decirnos que se había roto la puerta y que tenía que llamar a un cerrajero. ¡Cambio de planes! De vuelta a casa, a comprar vino, cerveza y pelmenis y cenar en casa.

Maria (o Masha) es la mujer de Denis, pero en Rusia no es moderno decirlo, así que se refieren como novio y novia… Total, lo pasamos bien charlando y bebiendo hasta que se hizo de noche, pero lo mejor es que pudimos ver estas imágenes en la puesta de sol. Ya había dicho que Tomsk está muy en medio de Siberia, ¿no?


Control de Gastos:
- Tren a Tomsk: 1502 RUB (39,53 €)
- Sábanas: 160 RUB (4,21 €)
- Comida: 350 RUB (9,21 €)
- Taxi: 224 RUB (5,89 €)
- Cena: 500 RUB (13,16 €)
- Bebidas: 450 RUB (11,84 €)

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