sábado, 10 de julio de 2010

Montando en camello y regreso a Ulan Bator

Día 228
Mongolia Central (Altai Mongol Dunes)

Último reto: montar en camello. Solamente es una horita, porque no es tan cómodo como el caballo, al menos en la zona de Altai-Mongol. Elena tardó mucho menos, porque tenía miedo. Pero, a mí, por fin, me tocó el rápido. El camello más grande y que más quería correr: ‘Chou – Chou’, y el camello tiraba como un demonio. Eso sí, el dolor de culo y de pelotas es considerable. Recomiendo ponerse unos calcetines enrollados para amortiguar el golpe, jeje.

De regreso, 8 horas más de carretera hasta Ulan Bator. Al llegar, llegaba la pelea con el jefe del hostal/agencia Khongor, sobre todo lo sucedido. La verdad es que estaba muy claro el tema, y el jefe, llamado Toro, también entendía lo que había pasado, porque, aunque era la primera queja formal, no era la primera vez que alguien hacía algún comentario respecto al carácter e involucración de Ogra. El resultado: en vez de pagar 28 dólares por persona y por día, pagamos 22. Básicamente, le restó lo de la guía, que fue despedida. Además, el jefe, sacó unas birras, y una botella de vodka, como no, Chinggis Khan. Creo que quería tajarnos y pedirnos que no le contásemos nada a nadie sobre el precio mientras estábamos en Ulan Bator.

Por otro lado, como Khongor no tenía habitaciones libres, mandó a su hijo, curiosamente llamado Khongor, a preguntar a un hotel local, justo al lado, que sí tenía espacio, al menos dos habitaciones, para nosotros y para Kati y Marketa. Para colmo, en la habitación contigua a la nuestra, estaban los 4 franceses que habíamos conocido en el Khongor 10 días antes. Dijeron que querían salir, que habían quedado con una gente y estábamos obligados a ir. Así que Elena, Marketa y yo nos apuntamos. Termianos con 10 franceses y dos locales, yendo a uno de las discotecas más fashion de toda Ulan Bator, llamada “Brilliant”.

El caso es que llegar allí no es tan fácil para turistas. Primero, los dos chicos locales, uno de ellos casado con una de las chicas francesas que trabajaba en la embajada, nos dijo que siendo 15 necesitábamos 3 taxis: ¡5 por coche! Aquí me abordó una pregunta, después de dos semanas en Mongolia, ¿cómo eran los taxis? Pregunté, y la respuesta fue: “en Mongolia, todos los coches son taxis” :DD Así que los chico se pusieron a parar ‘taxis’. En el primero metieron 5 (más el conductor, claro), otros 5 en el segundo. Pero cuando pararon al tercero, se paró un coche de policía justo detrás. Nosotros estábamos acojonados, hasta que uno de los locales (con una vestimenta muy Rap NBA) se acerca y les hace un saludo rollo hip-hop. El otro se percata de nuestra cara y nos dice: ‘Ulan Bator es como pueblo, todos se conocen’. ¡Es bueno saberlo!

Total, llegamos al sitio, Brilliant, que era un club underground instalado encima de una fábrica, imposible de encontrar si no lo conoces, con un sonido de putísima madre. Unas birretas, unos bailes, socializar un poco con la gente, las putis se acercaban a ver si pillaban. En resumen, un poco de relajación tras el viaje, que no venía mal. Para irnos, avisamos a uno de los locales, que bajó a parar un ‘taxi’ para nosotros, le dio las coordenadas, me hizo pagarle por adelantado (1,5€) y le hizo una foto de la matrícula. Se le acercó y le comentó: ‘”Si no los llevas al sitio, mañana tendrás problemas”… Llegamos sin problemas y nos hicimos la última en la escalera de las habitaciones.

Control de Gastos:
- Devolución Tour: -75000 MNT (-44,64 €)
- Hotel: 22000 MNT (13,10 €)
- Taxi: 5000 MNT (2,98 €)
- Disco: 15000 MNT (8,93 €)
- Birras: 12000 MNT (7,14 €)

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